En El libro del conde Partinuplés, vemos un ejemplo del eros que motiva a un par de amantes, el conde y Melior, la emperatriz, que siguen el eros y las emociones carnales para tener una relación amorosa y sexual antes de su casamiento. Como Calisto y Melibea, a ellos les importa más la emoción que el honor. Cuando el conde se encuentra en el castillo de la emperatriz, y la ve en la cama, tienen sexo y mantienen una relación con una condición, que no pueden decir nada de su relación por dos años, hasta el momento en que la emperatriz puede casarse. Según este cuento, el conde sigue el proceso tradicional para conseguir a su dama. |
El proceso complejo de conseguir a una dama del castillo fue motivado por la pasión y el deseo intenso de tener una relación física y sexual con ella. Este “amor” no tenía nada que ver con vínculos de amor real. Por todo el cuento, vemos que las descripciones del amor entre la emperatriz y el conde están enfocadas en la belleza del cuerpo en vez de la emoción amorosa. Pero, según las reglas estrictas de la iglesia y de la sociedad, la mujer tenía que quedarse virgen hasta su matrimonio. El casamiento usualmente no era una decisión de su propia voluntad, sino de sus padres y parientes porque el matrimonio era una manera formar una alianza entre familias. En el caso de la emperatriz, vemos que ella tenía la libertad de escoger su propio esposo, pero necesitaba decidirse hasta un punto determinado por los padres y la corte. |
Cuando ella no podía declarar su esposo, decidieron tener un torneo. Los caballeros que lucharon eran hombres de guerra, pero conservaban sus corazones para sus damas. El torneo medieval recreaba batallas auténticas en que los hombres montaban caballos para entrenamiento para la guerra verdadera. Había muertes por casualidad y accidente, y por eso, la iglesia no apoyaba la práctica de tener torneos. El torneo mostraría el caballero más fuerte y digno del grupo por una serie de luchas entre los hombres. En el cuento, vemos que por el torneo, los dos personajes están motivados por su eros, la emoción intensa para continuar su relación sexual. |